“En calzoncillos rotos”
Es fácil defender el comunismo cuando se vive de el, cuando se vive diferente al ciudadano promedio, cuando se disfruta de sus mieles sin pudor alguno por aquellos que yacen en la más brutal de las miserias. Es fácil gritar patria o muerte a garganta abierta cuando se puede disfrutar de una semana en varadero o manejar un carro moderno y hasta degustar, por que no?, un buen corte de carne roja. Es fácil defender el comunismo cuando mis hijos y mis nietos pueden viajar, estudiar y hasta comprar en el extranjero, ya sea en Paris, en Madrid y hasta en New York, mientras el estudiante de a pie, se tiene que partir el cráneo al sol, montar una carreta, un camión o un buen samaritano que lo alcance hasta su escuela, después de haberse desayunado un vaso de agua con azúcar y un pan con manteca y sal, en el mejor de los casos.
Pero como se defiende el comunismo en calzoncillos rotos?, si, a ti bufón, parlanchín de quinta categoría, a ti que defiendes los “logros de la revolución cubana”, que revolución es esa que lleva más de seis décadas estancada en la miseria y el hambre compartida?, una revolución que ha convertido las calles en huecos y charcos podridos, una revolución que ha transformado una sociedad clásica y elegante en una población donde robar es necesario y prostituirse es el negocio más rentable al que tienen acceso los jóvenes “revolucionarios”. A ti te pregunto hoy, que llevarás esta noche a la mesa de tus hijos? Te alcanzo este mes para comprar jabón de baño, detergente para lavar la ropa, o algún que otro medio básico para vivir?, a donde llevarás a tu esposa En este aniversario de bodas a cenar? A ti te pregunto; que desayunarán tus hijos mañana?, como compararás una nueva mochila para la escuela cuando se rompa la que tienen ahora? A ti que votaste por la continuidad del socialismo, a ti te pregunto; cómo llegarás al trabajo mañana? Ya pensaste que puedes robar sin que te atrapen? Como celebraras los próximos quince años de tu princesa? Cuanto tiempo hace que no pintas tu casa?, que no compras un mueble o que duermes en un colchón donde los muelles son como alfileres oxidados? Ya sabes que he cenarás este fin de año?
Si nada de esto te preocupa amigo mío, si todas tus necesidades están cubiertas y nada de esto es un problema para ti, entonces tú perteneces al primer grupo, tú eres la arista pudiente y oportunista que se goza sobre la pobreza absoluta de sus coterráneos. Ahora bien, si tú perteneces al segundo grupo, si tú tienes los calzoncillos rotos, te pregunto; que haces tú defendiendo un sistema podrido que no ha sabido construir nada más que odio, envidia y separación entre los amigos y familiares? Que rayos haces tú defendiendo tamaña inmundicia? Como defiendes que tus hijos no se puedan sentar en un baño escolar donde las haces fecales se solidifican por falta de higiene? Pero si aún así amigo mono neuronal sigues repitiendo el disco rayado, “que el imperio del norte es el culpable de todas tus calamidades y la solución está en que levanten un bloqueo inexistente para que sigan ustedes de mantenidos? Entonces tú te mereces todo lo que estás viviendo, tú mereces continuidad, tú mereces miseria, tú mereces tu realidad, respira hondo, toma una gran bocanada de aire y grita viva la revolución cubana, en calzoncillos rotos.
#elcambioesya
Fin
Vladimir Prieto Nunez
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